Preguntas frecuentes

¿Cuáles son los daños producidos por la Aluminosis?

El daño más importante es la oxidación o corrosión de las armaduras, lo que provoca en los elementos afectados, tales como viguetas, manchas de óxido, fisuras, flechas o deformaciones, desprendimiento de recubrimientos, pérdidas de sección del acero, etc. En forjados, debido a la corrosión de la armadura de las viguetas, pueden producirse también la rotura por cortante cerca de los apoyos y rotura a flexión, lo que puede provocar el colapso de la estructura.

La humedad es un factor que interviene directamente en el fenómeno de corrosión, por lo que los daños van a presentarse en los elementos que estén más expuestos a la misma: baños y cocinas, donde existe mayor condensación y en elementos a la intemperie en zonas costeras, donde además la presencia de cloruros de la sal aceleran el proceso de corrosión de la armadura.

Si. El vendedor, como propietario del inmueble debe informar de cualquier vicio oculto.

La aluminosis es una enfermedad que puede repararse. Como enfermedad o patología puede presentar diferentes grados de afectación y por tanto requerir de diferentes técnicas de reparación. De todas formas, en la actualidad existen en el mercado un amplio abanico de soluciones según sea el problema a resolver, desde la instalación de vigas IPE telescópicas como refuerzos hasta la reparación con fibras y resinas epoxídicas o la instalación de perfiles tipo omega.

El cemento aluminoso fue utilizado entre 1950 a 1977, y mientras fue legal, se produjeron 2.192 t/año de cemento aluminoso, equivalente a 120.000 m3 de hormigón. Con él se pudieron fabricar viguetas para unas 300.000 viviendas estimadas por el Ministerio de Obras Públicas.

Entre los años 1965 y 1974 se fue prohibiendo definitivamente su utilización para elementos estructurales. Debe tenerse en cuenta que se han detectado casos fuera de este rango de años, ya que existieron remesas de material que permanecieron almacenadas y se utilizaron con posterioridad, así como materiales importados que entraron antes de estos años a la península.

El único responsable es el propietario del inmueble, siempre y cuando no sea un edificio de nueva construcción con menos de 10 años. Por tanto es el único obligado a repararlo. En el caso de un edificio con varios propietarios (como por ejemplo una comunidad de vecinos) el coste de la reparación debe repartirse de forma proporcional a los coeficientes inscritos en el registro de la propiedad e indicados en escrituras.

Si algún propietario detecta que en su vivienda existe aluminosis, deberá ponerse en contacto de inmediato con la comunidad de vecinos para proceder a la rehabilitación de todo el edificio. Se debe tener en cuenta que hay algunos municipios o barrios que, por la elevada afectación de esta enfermedad, los propietarios pueden acogerse a subvenciones públicas sobre los costes de la rehabilitación.

No hay ninguna normativa que marque la reducción del precio de un inmueble en función de su grado de afectación por la aluminosis. Si bien es cierto que hay diversos factores que deben tenerse en cuenta a la hora de valorar o tasar un inmueble afectado:

  • La enfermedad puede reducir considerablemente la vida útil de un edificio. Ésta se fija en 50 años para un edificio estándar, y es ampliable mediante el mantenimiento y la rehabilitación, sin embargo la aluminosis puede evitar que se pueda alcanzar esa edad o que sea mucho más complicado prorrogarla.
  • El coste en reparaciones y en subsanar la debilidad estructural originada por la aluminosis repercute directamente sobre el precio del inmueble.

El cemento aluminoso se fabrica a partir de la mezcla de bauxita y caliza, a diferencia del portland en el que se fusionan arcillas y caliza. Este tipo de cemento presenta una resistencia muy superior a la del cemento portland, en un tiempo mucho más reducido (en tan sólo 24 horas alcanza la resistencia del portland en 7 días), por lo que era muy apropiado para obras en las que era necesaria una rápida puesta en uso o en la prefabricación (de ahí su mayor difusión en viguetas). Algunas otras ventajas son que se puede hormigonar a muy bajas temperaturas, por sus buenas características refractarias se puede emplear en construcciones que vayan a soportar elevadas temperaturas y que resisten a su vez la acción de agua de mar y aguas sulfatadas, siendo menos vulnerables que el portland.

Existen registros privados de edificios afectados por aluminosis, pero no son de acceso público y por lo tanto no se pueden consultar. Algunas administraciones o universidades han desarrollado estudios locales al respecto, pero no existe ningún registro oficial.

En habitual y necesario incluir en un contrato de arras de compraventa de vivienda la cláusula de anulación del contrato «en caso de existencia de vicios ocultos». Así entre otros, la aluminosis es un vicio oculto de la vivienda y por tanto motivo de ruptura unilateral del contrato.

Tanto como comprador como vendedor de un inmueble, con uso de vivienda o cualquier otro, debería conocer el estado real de la estructura de su inmueble para evitar situaciones complicadas en plena negociación de compraventa o lo que es peor, una vez finalizada la operación.

El proceso completo del test de aluminosis que incluye la visita de inspección, la realización de las pruebas químicas en un laboratorio homologado y la redacción del informe de resultados redactado por un arquitecto o aparejador son entregados en un plazo de 5 días laborables (1 semana).

Se denomina Aluminosis a la alteración progresiva del hormigón en cuya fabricación se ha empleado Cemento Aluminoso, que provoca la pérdida de firmeza en las estructuras en que se ha utilizado.

La aluminosis es una patología que afecta a todos los tipos de inmuebles de forma indiferente, por lo que se puede detectar en viviendas, oficinas, industrias, edificios religiosos, polideportivos, etc.

Si lo desea  puede solicitar un test de aluminosis de inmediato, y un técnico se podrá en contacto con usted para concertar día y hora de visita al inmueble.